domingo, 16 de diciembre de 2012

La obsesión de Ron Mueck



La primera vez que uno observa una escultura de Ron Mueck se pregunta cómo ha conseguido crear una persona "de carne" a partir de materiales inorgánicos (como el yeso que utilizan los dentistas, silicona, resina, y políester); también surge la pregunta de cuántas horas pasó insertando los cabellos, poro a poro, en la cabeza, las barbas, y el resto de las zonas anatómicas que cada creación leva cubiertas de pelo.
Muchos son los enigmas que acuden a la mente de quien visualiza estos seres humanos tan realistas, que, de no ser por las variaciones en el tamaño (a veces a escala mucho mayor que la humana, a veces menor), casi se dirían sacados de molde natural.



El secreto de Mueck, australiano de nacimiento (1958) y afincado actualmente en Inglaterra, son sus comienzos como modelador de figuras para efectos especiales en películas de cine (Dentro del laberinto, de Jim Henson es un filme donde, además de la interpretación de David Bowie, podemos ver algunas de las creaciones de Mueck). 

En 1996, con motivo de una retrospectiva de la artista Paula Regó (actualmente, su suegra) comienza a colaborar realizando obras escultóricas para exposiciones. De de la proximidad de estos dos talentos, interesados ambos en explorar la figura humana y la reacción psíquica que provoca el cuerpo físico, comenzaron a surgir ideas y trabajos.
Finalmente Mueck se convirtió en el afamado y admirado escultor hiperrealista que expone en las principales galerías y certámenes europeos y estadounidenses (Biennale de Venecia, Brooklyn Museum Art de Nueva York, entre otros).


De Mueck subyuga su obsesión por el detalle, por la meticulosidad, por la imitación perfecta de la anatomía y todas sus circunstancias. Mueck disecciona también edades de la existencia humana (desde su famosa recién nacida de proporciones gigantescas hasta el polémico retrato de su propio padre anciano y muerto).


Mueck confiesa que, aunque pretende explorar los límites entre la realidad y la ficción, "entre lo revelado y lo oculto, entre la presencia y la ausencia", le incomoda trabajar con modelos del natural. Usualmente utiliza fotografías, o su propia imaginación para construir sus personajes. 

Para la construcción de su proyecto Big Man, finalmente se decidió a tomar un modelo del natural, hallando una persona que le recordaba físicamente al ser que tenía en su imaginación. Cuenta Mueck que tal era su propia sensación de incomodidad mientras trabajaba, que su único deseo era echar al modelo. Después de sugerirle cortésmente que se sentara en una esquina, tomó varias fotos mientras pensaba que aquello no le serviría para nada, mientras el modelo comenzó a tomar una pose que finalmente agradó a Mueck. Realizó primero un boceto a lápiz, y después un modelo en arcilla. El resultado es otra de sus obras más impactantes, por sus dimensiones de 2,03x1,20x2,04 cms