miércoles, 27 de abril de 2011

Colodión húmedo


Fotografía  al colodión tomada en el submarino de

En 1851, Gustave Le Gray ideó un procedimiento para emulsionar placas fotográficas, utilizando colodión húmedo  y, como revelador, sulfato de protóxido de hierro.

El colodión es una especie de barniz que se vierte húmedo en  placas fotográficas, que pueden ser de cristal o metal. La superficie se sensibiliza utilizando nitrato de plata. Emulsionada ésta, se dispara la foto que, una vez revelada, habrá de ser fijada con cianuro. Y, como ingrediente de fijado final, una resina cupresácea, la sandáraca (que dota a la imagen de mayor durabilidad).

A toda esta lista de productos químicos extraños y difíciles de conseguir (intenten, si no, ir a comprar cianuro...) hay que añadir la dificultad de un proceso que debe trabajarse en húmedo, es decir, la placa no puede secarse durante todo el proceso de toma y revelado de las imágenes. De ahí que los fotógrafos de mediados del siglo XIX llevasen el laboratorio a cuestas, para proceder a revelar las placas inmediatamente.

El colodión, que había sucedido a otros procesos fotográficos decimonónicos como el daguerrotipo y el calotipo, fue finalmente sustituído por las placas secas de gelatino-bromuro, en la década de 1880.

Desde entonces a nuestros días, la Fotografía ha pasado por una evolución vertiginosa, hasta llegar a la actual fotografía digital, en la que ni siquiera es necesario un laboratorio ni proceso químico alguno. Los resultados con la manipulación de imágenes en Photoshop son espectaculares; pero todavía quedamos algunos románticos que seguimos creyendo que el encanto de los procesos antiguos es insustituíble.

O que vemos una magia y una poesía en los resultados y en esa parte matérica del proceso que no hemos logrado detectar en las fotografías digitales. Y no digo que no sean, también, muy hermosas.

El Colectivo Dinou-dinou está formado por un grupo de fotógrafos que se han reunido en un taller de Barcelona, bautizado por ellos como "El Submarino" para recuperar este proceso. Tras varias semanas de investigación y pruebas, han obtenido curiosos y sorprendentes resultados. Las imágenes, disparadas con una cámara de placas el mes pasado, nos traen a la vista a personas actuales observadas con el ojo que las habría mirado hace casi doscientos años. Observar estos retratos y después ver en carne y hueso el rostro real de quienes los protagonizan ha sido una experiencia fascinante.

collectiudinoudinou.tumblr.com/